Tal y como corresponde al tiempo litúrgico que transcurre, nuestra amantísima titular viste con su ropa de hebrea. Acorde con la austeridad de la cuaresma, las ropas de las imágenes de María Santísima se atavían con ropas sobrias y se engalanan con las vestimentas de hebrea, así cuando salgan a la calle se diferencian de esta austeridad vistiendo como Reinas con sus mejores galas.