FIN DE CURSO

FIN DE CURSO
Se acabó. Finalizó este curso cofrade. Este curso hemos tenido que afrontar una Cuaresma difícil, donde hermanos señeros de nuestra hermandad fueron llamados a la casa del Padre y donde nos ha tocado realizar la estación de penitencia más dura: no salir.
Hace ya meses pero parecen días que todo acabó. Se guardaron y se limpiaron los enseres. Las imágenes bajaron de sus altares ambulantes y los pasos volvieron a hibernar hasta la próxima primavera.
Por circunstancias ajenas a nuestra voluntad tuvimos que suspender la salida procesional. Esa catequización pública que realizamos cada Miércoles Santo se quedó dentro de la capilla de la Caridad. Igual que la restauración y dorado de las potencias de Nuestro Padre Jesús de la Salud, los nuevos borlones del palio de María Santísima de la Caridad, el homenaje póstumo a nuestros hermanos fallecidos…pero también se quedaron dentro los anhelos y las ilusiones de nuestros hermanos que deseaban acompañar a nuestros titulares un año más. Especialmente de esos nuevos hermanos, los más pequeños, que salían por primera vez en la pavera, delante del paso de palio; o los que abandonaban la pavera porque después se su primera comunión pasaban a formar parte de los tramos de luz en el cortejo de la Virgen; de los que juraron las reglas como nuevos hermanos este año y de todos los que ansiábamos pisar las calles de Rota con nuestro habito nazareno. Amén de los capataces, contraguías, acólitos y costaleros que rezan con su cerviz a nuestros titulares. Todo se quedó dentro este año.
Ante esto nos queda aprender que la vida de nuestra Hermandad no se remite al Miércoles Santo, que hay más actos y cultos a lo largo del año que nos permite momentos de convivencia y la cercanía a nuestros titulares. Debemos aprovechar esos momentos como tuvimos la pasada cuaresma: el besapiés del primer viernes de marzo, el Quinario, la Función principal, el concierto de marchas y saetas, el montaje de los pasos, la limpieza de los enseres, los traslados… En definitiva vivir la Hermandad más allá del día de la estación de penitencia.
Una vez más, y ya van cinco en cincuenta y nueve años de historia, los hermanos dieron un ejemplo se saber estar cuando se dirigieron a la capilla para rezar el Vía- Crucis. Desde los mayores a los niños, pasando por las cuadrillas de costaleros. Es algo que debe enorgullecernos a todos y a la vez tener conciencia de que somos una gran hermandad, donde tenemos claro los que hay que tener claro.
Volverá la primavera y volverá una nueva cuaresma y, si Dios quiere, saldremos a cumplir el rito marcado en un nuevo Miércoles Santo, siempre igual y siempre distinto. Entre tanto hay una tregua en agosto que nos ayude a mitigar la añoranza. Vivamos plenamente lo que nos viene. El 15 de Agosto Ella, muy temprano en una tibia mañana pisará las calles de Rota. Pero antes el Pregón de las Glorias y el triduo nos prepararán para ese momento.
Un saludo y un abrazo.
Manuel Gallero Caballero
HNO. MAYOR